Más de 23 años cerrado y próximamente volverá a la vida. Se trata del antiguo cine Avenida, ubicado en la calle 41, una de las más transitadas arterias de la capital.

El edificio fue sometido a una reparación capital, incluidos los techos, con vistas a convertirlo en una moderna y acogedora sala de conciertos. La labor, asumida por la dirección de inversiones del Ministerio de Cultura, se inserta en un ambicioso proyecto que intenta rehabilitar espacios de la ciudad con el propósito de multiplicar las ofertas culturales-recreativas para quienes la habitamos y, de paso, devolverle la vida útil a varios de esos cines que se multiplicaron en las décadas del 40 y 50 del pasado siglo por toda La Habana, pero que actualmente están fuera del circuito por su mal estado constructivo.

Varios son los ejemplos: el Maxim Rock, dirigido por la Agencia Cubana de Rock y destinado a los seguidores del género; el Palacio de la Rumba, antes el Strand, frente al Parque Trillo; el cine Habana, en los predios de la Plaza Vieja, transformado en un moderno planetario. A esta lista pronto se sumará el Avenida.

Según la 19ª edición del Anuario Cinematográfico y Radial Cubano, (1959), este cine tenía capacidad para mil espectadores, pero cuando reabra sus puertas, serán 598 las butacas disponibles en una sala de óptima acústica ?ubicada sobre un suelo cercano al manto freático, tal como se aconseja para este tipo de espacios?, con 8 kilos de audio y un moderno sistema de iluminación que incluye 20 luces cenitales con tecnología Led (bajas consumidoras de electricidad) y 4 proyectores frontales.

El escenario será sencillo, sin telón de boca, dúctil para asumir las soluciones que desde lo artístico y logístico impondrá la poca profundidad con que originalmente fue construido el proscenio.

?Los camerinos son pequeños ?cuenta Hiram Alonso, director en funciones de la sala? y tampoco tenemos mucho espacio para trabajar ni almacenar escenografías, pero eso más que un problema es un desafío para los artistas y los productores de los espectáculos.

?En cuanto a programación, la idea es convertirnos en una fuente de empleo para el catálogo del Centro Nacional de Música Popular (CNMP), el organismo rector, y también satisfacer los gustos y preferencias del público?.

Lucía Ormaza, de la subdirección de Programación y Comunicación del CNMP, y Regla Osorio, especialista, aseguraron que actualmente se encuentran estudiando las necesidades de los vecinos para incluirlas en la programación, pues no tienen dudas de que el Avenida se convertirá, por cercanía geográfica, en una de las principales ofertas recreativas de los residentes al oeste de la capital.

?Hasta el momento ?aseguró Lucía? hemos concluido que la zona adolece de propuestas infantiles y esa será entonces una de nuestras ofertas de fin de semana, aunque para ello es muy probable que tengamos que recurrir a proyectos que no son de nuestro catálogo?.

Para Hiram, quien acumula varios años de experiencia en el mundo de la producción y dirección de espectáculos, conciertos y carnavales habaneros, sería importante poder hacer la programación a partir de proyectos que, ?sin esquemas ni favoritismos?, estén coordinados con el equipo técnico artístico de la sala, que es mínimo: ?Lo nuestro será acoger, facilitar la labor de los artistas y hacer que el público quede satisfecho?.