Fueron noches y noches de charla, de ilusión y de utopía. Nuestro deseo era elevar-consolidar la oferta de ocio, cultura y solidaridad en la ciudad sin fronteras.
Fue un radiante amanecer, paseando sobre la fina arena de la playa de la Malva-rosa, fumando unos celtas largos y bebiendo un agua con gas, cuando nuestras miradas se perdieron en el punto de encuentro de cielo-mar y sentimos toda la tierra temblar a nuestro alrededor. Fue tal la excitación que nos lanzamos al agua en pelota picada. Y allí engendramos la Sala Matisse. (Bueno, creo que no fue exactamente así, pero mola ¿no?). El parto con mucho dolor se produjo en diciembre de 1995 (Según los chinos estábamos entre el año del cerdo y el de la rata. Para el resto de mortales nació el euro y Schumacher ganó el mundial de Formula 1), ¡genial!
Como éramos unos aprendices de artistas, creamos un lienzo de 300 m2. Un espacio en continua construcción, donde todo cambia hasta que adopta su forma definitiva. Y como en todo proceso de cambio, de transformación, ha sido imprescindible la colaboración y la complicidad, de muchos amig@s con los que nos hemos ido encontrando sobre el asfalto de las queridas alamedas.
Sala Matisse es un espacio para la creatividad, la comunicación?
Como en años anteriores os seguiremos ofreciendo:
Música: Sonidos que conecten con el cuerpo, con vuestro corazón.
Café-Teatro: El espectáculo del teatro en nuestro local sin platea.
Tertulias: Las ?Palabras Andantes? okuparon la sala. ?Viajero a tus viajes? nos descubrió lugares, gentes y culturas desconocidas aunque repletas de sabiduría.
Exposiciones: Un espacio para que expreséis vuestras emociones.
Cursos de baile: Simplemente ritmo, mucho swing en ?Swing Nights?.
Solidaridad: Mediante la reflexión, busquemos el Compromiso.
¿??????: Espacio reservado para vosotros. Agudizad la imaginación. Somos muy facilones para aceptar propuestas que nos seduzcan.
La gente de la Sala Matisse está feliz. Ha logrado consolidar su ambicioso proyecto, convirtiéndolo en uno de los locales con encanto, con magia, con carisma. Un local emblemático en Valencia y reconocido a nivel nacional e internacional.
La gente de la Sala Matisse ha intentado seduciros con mucha passión. ¿Lo hemos conseguido? Deseamos que sí. Muchas gracias. Os mandamos un beso.
Perdón me olvidaba, la Sala Matisse también vende copas.