El Teatro Campoamor ha sido siempre el marco que ha brindado dignidad y nobleza a todos los actos y actuaciones que han tenido lugar entre sus muros. Se ha convertido en el símbolo cultural de Oviedo y de los ovetenses y en uno de los teatros líricos más importantes de España. Su presencia ha vertebrado uno de los espacios más apreciados y vivos de la ciudad, la Plaza de la Escandalera, punto de encuentro y nexo de unión entre el pasado histórico de las antiguas murallas y la ciudad moderna. Pero la existencia de nuestro teatro ha trascendido todas las fronteras. Sin lugar a dudas y, desde que en 1981 se convirtiera en sede de la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, el Campoamor ha pasado a ser uno de los teatros más reconocidos internacionalmente y marco de momentos históricos irrepetibles propiciados por muchos de sus ilustres premiados y de los que los ovetenses tenemos el privilegio de ser testigos de excepción.